Esta obra de arte abstracto, producida por David Murcia en 2018, está realizada sobre un lienzo dominado por blancos y tonos desaturados, creando un aura de tranquilidad introspectiva. A primera vista, parece totalmente abstracto, pero al examinarlo más de cerca, emergen elementos figurativos sutilmente entrelazados que evocan la cultura popular, la música indie y el jazz. Estos componentes sirven como portales para debates más profundos sobre la identidad, vistos a través de la lente de los medios de comunicación, la música y el cine. Cada pincelada y textura invita a los espectadores a reflexionar sobre cómo estos elementos dan forma y reflejan nuestra autopercepción y nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Es un enfoque esencialmente británico para combinar lo abstracto con lo figurativo, invitando a una contemplación de la identidad a través de las piedras de toque culturales de la música y el cine.