El Grupo Sílex: Un viaje artístico entre lo contemporáneo y lo primitivo
Arte contemporáneo Obra gráficaEn el panorama artístico español de finales de 1955, un grupo de talentosos artistas se unió bajo la denominación de Grupo Sílex. Conformado por antiguos miembros de Inter Nos, como Eduardo Alcoy y Joan Hernández Pijuan, y los pintores Carles Planell, Rovira Brull y Lluís Terricabras, el grupo buscaba explorar la conexión entre el arte contemporáneo y la tradición primitiva.
Aunque no contaban con una estética determinada, ni un programa artístico definido, ni tampoco lanzaban proposiciones teóricas, compartían la convicción de que el arte actual debía tener un vínculo con sus raíces más antiguas. Su actitud común de inquietud y combatividad los llevó a organizar varias exposiciones conjuntas entre 1956 y 1957, estableciendo conexiones en el mundo del arte.
Una de las exposiciones más destacadas del Grupo Sílex tuvo lugar en 1957 en las Galerías Syra de Barcelona. La crítica de la época señalaba: "Este grupo 'Sílex', que tiene estos días instalada su exposición en 'Syra', se halla formado por los artistas Eduardo Alcoy, Hernández Pijuan, Carles Planell y Terri (Lluís Terricabras). Aunque lleva ya dos años de constitución, esta es su primera manifestación pública en Barcelona. Seguramente el nombre de 'Sílex' fue adoptado por los compañeros tanto por símbolo de dureza cuanto por el olorcillo de prehistoria que de él se desprende".
Estéticamente, el Grupo Sílex se caracterizaba por su adhesión a un expresionismo negro, cada uno de los pintores aportando su propia versión. Benet, al respecto, afirmaba: "De un tiempo a esta parte, no sabemos a causa de qué circunstancias, es natural inclinación humana al agrupamiento entre los artistas de las últimas promociones, después de bastantes años de letargo que tampoco sabríamos con exactitud a qué atribuir. Lo cierto es que a tal o cual grupo ha venido a añadirse recientemente otro: el Grupo Sílex... no hay que afiliarlo a ninguna tendencia estética determinada: todas las vigentes pueden en principio tener un lugar en él".
Eduard Alcoy, publicista, grafista, pintor y dibujante, fue uno de los fundadores del Grupo Sílex. Su contribución al movimiento artístico fue significativa, ya que logró sacar a España de su letargo cultural a través de una pintura única que mezclaba elementos surrealistas, constructivistas y cubistas. Sus obras, expuestas en más de 60 ocasiones y presentes en diversos museos alrededor del mundo, se inspiraban en El Bosco y se caracterizaban por una profusión alucinante de detalles en ambientes anárquicos repletos de infinitos símbolos.
Joan Hernández Pijuan, uno de los artistas españoles más célebres de las últimas décadas, también formó parte del Grupo Sílex. Nacido en Barcelona en 1931 y fallecido en 2005, Pijuan se destacó por sus composiciones sencillas con planos uniformes de colores. Graduado en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, realizó su primera exposición en 1953, donde presentó obras expresionistas. Posteriormente, el Museo Municipal de Mataró acogió su primera exposición individual en 1955, poco después de la formación del Grupo Sílex.
El Grupo Sílex no solo buscaba renovar el panorama artístico español, sino también establecer conexiones con los movimientos artísticos que se desarrollaban en el extranjero. Sus integrantes compartían la inquietud y el deseo de enlazar con las corrientes vanguardistas de la época. Si bien no tenían un conjunto ordenado de reglas, su unión en torno a la renovación plástica y la conexión con la prehistoria les otorgaba una identidad común.
Las exposiciones del Grupo Sílex despertaron un notable interés y generaron debates en el mundo del arte. En febrero de 1956, se llevó a cabo una exposición en la Caja de Ahorros del Sureste de España, donde los cinco pintores catalanes exhibieron sus obras. Ernesto Contreras, en una crítica publicada, destacaba la calidad y el interés del grupo, resaltando las diferentes realidades formales de cada uno de los artistas. Aunque se generaban discusiones, en su mayoría fruto de intransigencias hacia las nuevas formas del arte, las muestras del Grupo Sílex eran indudablemente de calidad.
La presencia del Grupo Sílex en la escena artística española de la época fue relevante y contribuyó a romper con el letargo cultural. Su búsqueda de una conexión entre el arte contemporáneo y la tradición primitiva, así como su adhesión al expresionismo y la abstracción, dejaron una marca en la historia del arte español. Aunque no se adscribían a una estética determinada, su actitud inquieta, combativa y su compromiso con el trabajo serio y silencioso los posicionaron como un referente en el panorama artístico de la época.
El Grupo Sílex se convirtió en un símbolo de renovación y vitalidad consciente. Su legado perdura en las obras de sus miembros, que continúan siendo objeto de admiración y estudio en museos y galerías alrededor del mundo. La fusión entre lo contemporáneo y lo primitivo, la expresión individual de cada artista y el espíritu de grupo compartido por sus integrantes marcan una huella indeleble en la historia del arte español.