Joan Brotat: un mundo de absoluta inocencia tras la guerra

Dibujo

Joan Brotat. "Figura femenina y gato". Dibujo a tinta. Firmado a mano

Joan Brotat Vilanova fue un artista único y, sin embargo, no tuvo cabida en la modernidad de la España de la posguerra. Nació en Barcelona en 1920, en el seno de una familia humilde, vivió la dura realidad de combatir en la Guerra Civil española, como miembro de la Quinta del Biberón, cuya vivencia mantuvo oculta durante toda su vida. Los difíciles tiempos vividos durante la posguerra, tanto económica como moralmente, retrasó el inicio de su carrera como pintor, hasta que cumplió los treinta años. Pintar y crear un mundo de absoluta inocencia, fue su respuesta a tanta amargura vivida.

Joan Brotat. "Figura femenina". Dibujo a ceras. Firmado a mano

A pesar de recibir elogios por parte de la crítica desde sus inicios, las circunstancias de Brotat y el mundo del arte lo relegaron injustamente a pasar inadvertido. Antes de su primera exposición, Brotat experimentó con el informalismo y las técnicas gestuales, pero a partir de 1949 su obra empieza a adquirir un estilo primitivista muy personal como reinvención de la pintura románica catalana. Expuso en el X Salón de los Once de Madrid en 1953, junto a Miquel Villá, Antoni Tápies, Josep Guinovart, Rafael Zabaleta, Manolo Millares, Antonio Saura y otros. Brotat participaría en diversas bienales internacionales como Venecia, Tokio y Bilbao.

Joan Brotat. "Mujer". Dibujo a ceras. Firmado a mano

Brotat buscó un lenguaje primitivo, tosco y elemental, casi brutalista, que paulatinamente se hizo más sofisticado y precioso. En sus primeras obras, el gesto era ágil, espontáneo y dinámico, recordando la crudeza y la fuerza del arte infantil. Sin embargo, conectó con el modelo románico y sus bocetos abstractos precedieron a la figuración. Brotat formó parte del movimiento de primitivismo estético que se desarrolló en la Europa de la posguerra y tuvo una notable presencia en España, vinculado al legado de Joan Miró y los debates en torno a la llamada Escuela de Altamira. Fue quizás uno de los representantes más productivos de esta tendencia.

Joan Brotat. "Figura femenina". Dibujo a ceras. Firmado a mano

La vida que rodeaba a Brotat influyó mucho en los temas escogidos para su obra. Se centró en el mundo de la artesanía y la agricultura, las tareas y formas de vida de la clase trabajadora. Joan Brotat con su estilo único, influenciado por las tradiciones folclóricas catalanas y la estética primitivista, capturó la esencia de la vida rural y las tradiciones de su tierra natal en sus pinturas. Sus obras a menudo presentan figuras humanas simplificadas con rasgos angulares y líneas fuertes, así como colores brillantes y llamativos.

Joan Brotat. "Mujer con cesto". Dibujo a ceras. Firmado a mano

Brotat también se inspiró en la obra de artistas como Paul Gauguin y Henri Rousseau, para escapar de la rigidez del arte tradicional y encontrar una nueva forma de expresión a través de la simplicidad y la primitividad. El legado artístico de Brotat sigue siendo muy valorado en la actualidad, y sigue siendo una inspiración para muchos artistas contemporáneos. Su visión única del arte como una forma de expresión personal y cultural sigue siendo relevante en la actualidad y continúa influyendo en la escena artística catalana.