Las pinturas nucleares de Salvador Dalí

Salvador Dalí

Salvador Dalí nacía un 11 de mayo del año 1904 y las primeras bombas nucleares hacían explosión en Japón en agosto de 1945. El mundo quedaba horrorizado y Salvador Dalí no sería el único que quedaría impactado por el episodio histórico, tanto que cambió sus pinceladas surrealistas por misticismo nuclear.

Dicen que cuando estalló la bomba atómica, Salvador Dalí estaba pintando a Gala de espaldas desnuda. La obra inspirada en el clasicismo y en el renacimiento italiano cerraba un episodio para el artista catalán y la era nuclear le abría un nuevo estilo.

Una de sus primeras pinturas nucleares realizada en 1945 por Dalí fue Idylle atomique et uranique mélancolique, que se encuentra expuesto en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, donde pueden verse un Bombardero B-52, varios rostros, sus típicos relojes deformados como deshaciéndose y sus elefantes de patas finas. En la década de los años cuarenta, Dalí que se encontraba en Nueva York, ilustró varias obras maestras de la literatura europea como: los Ensayos de Montaigne, El Quijote de Cervantes y Macbeth de Shakespeare.

Los libros y el teatro daban por aquel entonces más dinero a Dalí, que las ventas de sus obras. La imagen de Tristan e Isolda que narra la historia medieval de dos amantes y su amor imposible, serviría en 1944 para decorar la cortina del espectáculo del ballet Tristan Fou en el Metropolitan Opera de Nueva York. Dalí dotaría a los personajes de una metamorfosis que haría imposible ese amor cuando los cuerpos dibujados se transforman en naturaleza.

En 1947, Dalí crearía Trois sphinx de Bikini, que se encuentra expuesto en el Morohashi Museum of Modern Art de Fukushima (Japón), donde aparecen dos cabezas humanas que simulan las nubes en forma de hongo de las explosiones nucleares y en medio un árbol con el tronco agujereado. La muerte sería una representación constante en la obra de Dalí, así como las alusiones a El Angélus de Jean-François Millet donde inicialmente se mostraba a una pareja de campesinos enterrando a su bebé de pocos meses en una cesta. Dalí diría que era "la obra pictórica más íntimamente turbadora " que había visto.

En 1950 Salvador Dalí rompe con el surrealismo y se alza en favor del misticismo y el Renacimiento. Sobre esa base de pensamiento crea Leda Atómica y un conjunto de obras con elementos flotando en el espacio. Esa ausencia de contacto entre las figuras, estáticas y liberadas de la angustia de la vida terrenal, serán una constante en la iconografía daliniana. Las partículas en perfecto equilibrio entre fuerzas atómicas y gravitacionales en el espacio suspendido de Dalí.

Dalí crea su propio Universo en expansión con figuras y personajes religiosos, pero nutre su biblioteca de libros científicos sobre la materia y la estructura del ADN. Dalí busca dotar sus obras de indeterminación y desmaterialización con la introducción de signos y letras.

Aunque evidentemente, Dalí no quedaría estancado en el concepto volátil y místico y a mediados de la década de los sesenta se apasiona por un nuevo descubrimiento técnico que quiere experimentar en su pintura. Se trata de la holografía, una técnica fotográfica que permite obtener imágenes tridimensionales. En su obra Torero alucinógeno, Dalí juega con las sombras y los volúmenes mientras la escultura de la Venus de Milo se multiplica como si fuera un holograma.

Dalí decía que "El perfume es el mejor mensajero de los recuerdos y de los instantes de felicidad" y aunque sus primeros contactos con el mundo de los perfumes, lo tuvo en 1943, cuando diseñó la caja y las etiquetas de los perfumes de su amiga diseñadora Elsa Schiaparelli, en 1947 crearía la primera botella para el perfume “Le Roy Soleil” y en 1982 le llegaría el turno al frasco escultura en forma de boca y nariz inspirado en la obra de Aparición de la cara de Afrodita de Cnido. Salvador Dalí rendía así un sincero homenaje a todas las mujeres, inspirándose en el rostro de Afrodita, la diosa de la belleza y del amor para su frasco escultura.

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