4 óleos a la venta de Joan Ferré Barberà
Joan Ferré Barberà nació en Santa Bàrbara (Tarragona), en 1926. Vivió en Tortosa entre 1931 y 1945, año en que se trasladó a Barcelona, donde fue alumno del pintor Ricardo Cerveto Riba (1882-1978) y Mariano Lleixà Subirats (1872-1957). Esta semana, en la galería de Subasta Real, disponemos de cuatro óleos a la venta del artista que muestran bellos paisajes que no pretenden ser representaciones realistas de la naturaleza, sino interpretaciones expresivas del mundo natural.
La obra de Ferré a menudo combina elementos de color, textura y forma para crear composiciones complejas y expresivas. El pintor estuvo siempre interesado, de forma muy concreta y particular, en explorar la interacción entre la luz y la sombra, así como las relaciones entre las formas geométricas.
Sus paisajes son representativos de la geografía catalana, donde el espectador siempre encuentra un elemento de la naturaleza que lo atrapa. Ya sea por el uso de tonos tierra, como las tonalidades marrones y verdes, que transmiten de inmediato la sensación de naturaleza, o por la aplicación de colores brillantes que contrastan y crean bellas composiciones llenas de dinamismo.
Joan Ferré Barberà. "Ametller Vora'l Camí". Óleo sobre lienzo. Titulado, firmado y fechado (1991)
Joan Ferré exploró la relación que existe entre los diferentes elementos del paisaje, como el cielo, las montañas y el agua, y cómo interactúan entre sí para crear una sensación de armonía y equilibrio. La obra de Ferré se ha expuesto en numerosas galerías y museos de España y en el extranjero en casi medio centenar de ocasiones. Su obra ha recibido numerosos premios y galardones como la Medalla del Círculo de Sant Lluc en 1983 o la Medalla de Oro en el Salón de Arte Europeo Lilas celebrado en París en 1986.
En esta colección de cuatro paisajes de Joan Ferré Barberà podemos observar los olivos del Parc de l'Oroneta, situado en las laderas de la sierra del Tibidabo, que reúne la extensión de dos fincas rurales, o Can Caralleu que fue uno de los núcleos rurales desde donde se desarrolló Sarrià y que en estos óleos se convierten en un oasis de paz y tranquilidad que permiten disfrutar de la belleza de la naturaleza para ser admirada por los amantes del arte de todo el mundo.