5 inquietantes cuadros que conseguirán que te estremezcas

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En estas señaladas fechas en las que la línea que separa el mundo de los vivos y de los muertos parece volverse más fina, os presentamos 5 tenebrosas pinturas que ponen de manifiesto cómo los más terribles monstruos y los más ancestrales miedos que acechan la mente del ser humano encuentran, también, su forma de expresión mediante el arte.

¿Te atreves a conocer 5 obras de arte capaces de hacerte temblar?

Saturno devorando a sus hijos, por Francisco de Goya

Francisco de Goya fue un artista fascinado por la estética de lo grotesco, hecho que pone de relieve en muchas de sus pinturas, en las que se regodea en la muerte, la mutilación y la deformidad, tal y como podemos apreciar en cuadros tan siniestros como Saturno devorando a sus hijos (1820-1823), en el que, con tonos oscuros y ambientes tétricos, Goya nos transporta a un reino de tinieblas soterrado en los albores primigenios del mundo.

El cuadro, que pertenece a la colección del Museo Nacional del Prado, está inspirado en la cruda escena mitológica en la que el dios del tiempo devora a sus vástagos para evitar que estos lo destronen. La mirada desorbitada de Saturno, así como los claroscuros de su cuerpo decrépito, o la obscenidad sanguinolenta de la escena convierten a esta obra en uno de los cuadros más grotescos de la historia del arte, poseedor de una expresividad tan extrema como inquietante

Estudio siguiendo el Retrato de Inocencio X, por Francis Bacon

Otro autor que gusta de enfrentar con su pintura los aspectos más crudos y grotescos de la realidad humana es Francis Bacon.

El artista anglo-irlandés crea un peculiar lenguaje pictórico con el que expresar la complejidad del tiempo que le tocó vivir, dando lugar a composiciones tan inquietantes como Estudio siguiendo el retrato de Inocencio X (1953), una reinterpretación del Retrato de Inocencio X (1965) de Velázquez, donde a simple vista destaca el ahora deformado rostro del Papa, cuyas facciones se muestran malignas y amenazantes, así como el ambiente tenebroso que lo rodea, contribuyendo a crear una atmósfera profundamente expresiva.

¿Te atreverías a colgarlo en tu habitación?

El Grito, de Edvard Munch

Seguramente esta sea una de las primeras obras en las que habrás pensado al leer el título, y es que no hay mejor representación de la angustia que el famoso cuadro El Grito (1893) de Edvard Munch.

Este célebre óleo es una de las obras más aclamadas de la historia del arte, aparte de por su obvia belleza, por la profunda inquietud que es capaz de causar en el espectador mediante la gran expresividad del colorido y del gesto de la figura principal

El germen de este cuadro se encuentra en la atormentada vida del pintor, que en 1892 escribe en su diario:

Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.

 

Munch plasmó este momento del día en su cuadro La desesperación (1982), que posteriormente versionaría de nuevo hasta llegar a la composición hoy conocida en todo el mundo como El Grito, auténtico icono de sentimientos tan universales como el miedo o la angustia

El Guernica, por Pablo Picasso

El Guernica de Pablo Picasso es uno de los cuadros más famosos del mundo, hecho por el que quizás pueda resultarnos más sencillo pasar por alto todo el horror y tragedia que contiene este célebre lienzo. Y es que, como es sabido, el Guernica es una denuncia al bombardeo alemán e italiano que en 1937 acabó con más de cien vidas en la localidad vasca que le dio nombre a la obra.

Si visitas el Museo Reina Sofía, donde se expone la obra, con un solo vistazo al Guernica podrás observar el horror en cada uno de los rostros. Las caras desencajadas, los miembros amputados. Es una escena especialmente conmovedora la de la maternidad que hallamos a la izquierda de la composición, elevando al cielo un grito desgarrado mientras sostiene el cuerpo sin vida de un niño. Es, sin duda, un cuadro tan hermoso como terrible.

Premonición de la Guerra Civil (1936), por Salvador Dalí

El surrealismo también hizo de lo decrépito y de lo grotesco su objeto de estudio, por lo que el genio surrealista Salvador Dalí no podía estar ausente en esta lista sobre cuadros inquietantes

Si bien todas las obras de Dalí hacen gala de un profundo simbolismo en el que encontramos numerosas alusiones a la muerte o la decadencia (como sus icónicas hormigas), uno de los cuadros más terribles que podemos hallar en la producción pictórica de Salvador Dalí es Premonición de la Guerra Civil (1936), 

En esta interesante obra vemos una monstruosa figura humanoide cuyos miembros se articulan sin lógica, consiguiendo, de este modo, herirse y pisarse a sí misma. La cabeza muestra, en una mueca indescriptible, el sufrimiento que experimenta la figura, sometida a tal situación de desorden interno.

Es curioso observar la alegoría a los efectos de una guerra civil, la cual el pintor predijo con anticipación, seguramente imbuido por el convulso ambiente social de la época. La obra fue terminada seis meses antes del estallido de la Guerra Civil Española, aunque existe constancia de que el pintor trabajaba en ella ya en el año 1934.

Como puedes ver, el arte puede causar todo tipo de sentimientos, desde tranquilidad o alegría, hasta inquietud, miedo o desesperación. ¿Y a tí qué sensaciones te han producido estos cuadros? 

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